viernes, 7 de agosto de 2009

Verano en un chalet II

¡Malditas hormigas! Las tengo por todas partes. Son uno de los inconvenientes de vivir en el campo. Sobre todo en verano, son omnipresentes. Hemos probado de todo para eliminarlas, pero no hay manera... No contentas con el jardín, se me han metido en casa. ¡Me tienen locaaaaa! Hasta sueño con ellas...
Y en el jardín hay más: avispas, mosquitos, moscas, grillos, chicharras (=conciertos nocturnos), cochinillas, libélulas, babosas, caracoles,... hasta algún ratoncillo de campo he visto.
Luego están las arañas. Tenemos el surtido completo. Luis dice que no las quite, porque se comen a las hormigas, a los mosquitos,... así que me toca convivir con ellas...
Y los lagartos, que tampoco puedo eliminar, en parte porque alguna especie está protegida, en parte porque Luis vuelve a decir que se comen a los demás bichos...
Por encima de todos, está mi Juancho. No es un lagarto más, no, es "el lagarto", el rey. Os dejo una foto que le hicimos el verano pasado. La verdad es que es precioso, verde y amarillo. Este año luce aún más grande y hermoso. Y es un pelín desvergonzado. Ya se ha acostumbrado a vernos y se pasea ante nuestras narices como por ¿su? casa....

4 Comments:

Juanma said...

Ay, con lo miedica que yo soy. Lo de los lagartos no lo llevaría nada bien. Ni los grillos, ni las avispas, ni...me callo. Tengo algo de Juan con Miedo.

Besos.

Montse Viver said...

Pues esto no es nada Chaleti. Tengo una casa de campo en la que estoy ahora, en la que hay casi todos estos bichos, los lagartos no, sólo lagartijas, y hormigas muy pocas, pero en cambio hay sapos, serpientes blancas, verdes, golondrinas, vencejos, abejarucos, gaviotas, algún gavilán, y de noche lechuzas que cazan ratones...
Los "topillos", son tan burros pobrecitos, que se acercan a la piscina y claro, sucumben dentro al no saber o no poder salir.
De todas formas, a mí me gusta esta immersión en la realidad natural, este formar parte de una comunidad tan completa, prefiero esta salvaje pero pacífica convivencia, que la de un denso vecindario de urbanización pegado a mi casa, no sé si sabria resistirlo.

Un abrazo, y saludos al lagarto desvergonzado.

MAYTE said...

Nena esa es la desventaja que tiene el campo, tener que convivir con toda clase de insectos, la ventaja es la tranquilidad.

Besos.

Rosa Cáceres said...

Bueno, pues ahí va mi lista:
Tengo una salamanquesa que se llama "Rosita". No me tiene miedo ni yo a ella, faltaría más. Qu coma mosquitos, que coma.
Tengo una araña, se llama Calpurnia, también es intocable. Javier pregunta "¿Cuándo vamos a empezar a matar arañas en esta casa?". Mi silencio es elocuente: ¡Nunca!
Tengo murciélagos bajo unas tejas, a veces los he visto volar cerca de mi ventana, pero no hay día que no vea sus excrementos en un rincón del patio que yo me sé.
Tengo al menos seis gaviuotas más gordas que bombas que se colocan ahí, enfrente las tías, en el tejado de un cuarto en que gusrdamos los equipoe de buceo y los bañadores.
tengo un tiburón pintarroja en formol.
Ah, para las hormigas, me han dicho que los posos de café funcionan. Yo creo que es que les sube la tensión a los insectos ¿no?

 
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