domingo, 20 de septiembre de 2009

Como cambian los tiempos

Cuando escribía mi entrada anterior, mi intención, en un principio, era comparar la infancia vivida en un pueblo con la que se puede vivir en la ciudad. Y ya he dejado claro mi punto de vista sobre ese asunto (pueblo 1, ciudad 0).
Pero, a la vez que escribía, sentía que me dejaba algo en el tintero, que otra comparativa cruzaba por mi cabeza. Menos nostálgica. Más crítica. Porque es obvio lo que han cambiado las cosas desde mi niñez. En todos los sentidos. Pero la infancia ¿es mejor ahora?
Si hablamos de tranquilidad ciudadana, evidentemente ahora es impensable dejar salir a los niños solos. En una ciudad desde luego. Incluso en los pueblos las cosas tampoco son ya como antes.
Si hablamos de juguetes, ahora la variedad es infinita. A veces, el precio también. Además, los niños tienen tantos que no son capaces de apreciarlos. Demasiados juguetes que hacen casi de todo dejando muy poco espacio a la iniciativa y... a la imaginación.
Destacando entre ellos están los videojuegos y las consolas, con gráficos alucinantes, con las que vivir miles de aventuras "virtuales", que algunos llegan a confundir con la realidad, y con las que los niños pasan horas y horas jugando... solos.
Casi todos tenemos ordenador en casa, y muy pronto los habrá en todos los colegios. E internet. Eso está muy bien si enseñamos a los niños a usarlos para estudiar, aprender, y también para entretenerse, por qué no. El problema es que utilicen estos medios para buscar los deberes y los exámenes ya hechos para ahorrarse el esfuerzo. O, lo que es peor, que caigan en manos de indeseables... y no voy a decir más.
También están las llamadas redes sociales (twenty y demás). Así nuestros menores se comunican entre ellos, paliando de esta manera el no poder estar juntos a la antigua usanza. Pero ¡cuidado con el uso que otros les pueden dar a las fotos que comparten!
¿Cuántos niños tienen teléfono móvil? Me parece estupendo que los padres estén más tranquilos teniéndolos localizados, aunque les cueste una pasta. El problema es que pierdan el correcto uso del lenguaje para así abaratar los sms, o que algunos de sus hijos los usen para grabar gamberradas, por llamarlas de alguna manera, y colgarlas en el youtube.
Y el mp3/4, y el ipod, y el iphone, y lo que venga... todo está bien si se sabe utilizar responsablemente. Y para ello están los padres y los educadores. Los primeros tienen toda mi admiración, ya lo he dicho más de una vez. Para los segundos, en una época especialmente difícil, mi apoyo más incondicional. ¡Suerte maestros!
Eso sí, si comparo mi vieja cartera del cole, repleta a rebosar de libros y cuadernos, con las mochilas y ¡los troleys! de los niños de hoy, no hay color... y si no que se lo pregunten a mi espalda....

7 Comments:

Unknown said...

..y lo peor de todo, es que los niños de hoy día no dan valor a nada.

Y la culpa nuestra, esta claro.

Besitos

Estela said...

Hola Leticia:
Es una buena entrada que lleva a la reflexion y es que los padres les hemos dado a manos llenas y no saben valorar nada aparte de que no tienen ningun estimulo porque lo encuentran todo echo.

Un abrazo !!

Lina said...

Parece ser que todos vamos entonando el "Mea culpa".

Saludos.

Lisset Vázquez Meizoso said...

Sobre tu entrada querida Leticia, te voy a responder con estas frases pronunciadas en una conferencia:


1. "Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los mayores. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos".


2. "Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible".


3. "Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos".


4. "Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura".


Satisfecho con la aprobación de los asistentes a la conferencia, reveló entonces el origen de las frases mencionadas:

1. La primera es de Sócrates (470 - 399 A .C.)
2. La segunda es de Hesíodo (720 A .C.)
3. La tercera es de un sacerdote del año 2.000 A .C.
4. La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (Actual Bagdad) y con más de 4.000 años de existencia.

Un abrazo querida amiga.

OC said...

Esta entrada se las trae...da para mucho...

No quiero educar como educan ahora, como educa mucha gente que veo y que gracias a Dios no son gente cercana a mí.

M y yo en eso estamos de acuerdo, no quiero que mi hija tenga millones de cosas, y no me vale la frasecita de "todo son regalos", tengo una parroquia al lado que agradece TODO lo que le das, y Cáritas a 10 minutos, compártira con niños que no tienen nada.

No quiero que tenga ordenador y TV en su habitación, nuestros ordenadores estarán en el salón como hasta ahora.
Y vamos a "intentar" que sea buena persona, coherente, respetuosa y millones de cosas más que ahora PARECE QUE NO IMPORTAN.

Tú dices que los padres tienen toda tu admiración, muchos tienen la mía también pero muchos no la tienen, muchos tienen la culpa de que sus hijos sean como son, quien verdaderamente tiene mi admiración y mi respeto son los profesores... Ellos tienen que enseñar y educar pero por medio de la acción docente.

La crianza, enseñanza,doctrina, cortesía y urbanidad se tiene que "mamar" desde bebé en tu familia.

Qué eso no quiere decir que piense que todos los padres son iguales o que todos los niños y jovenes son unos desvergonzados... Pero creo que no se deberían haber perdido muchas cosas buenas en aras de que papis más chachis somos.

Princesa said...

Tienes toda la razón del mundo, te lo digo yo... Yo soy joven, pero no veas como noto la diferencia de mi infancia a la infacia de estos niños de ahora...Es alucinante el cambio!!

un besote

MAYTE said...

Llevas razón, los niños de hoy no valoran nada porque lo tienen todo,
Antes teníamos menos cosas y éramos más felices porque valorábamos lo que teníamos.
Jugábamos al aire libre y nos comunicábamos más con los demás.
La vida ha dado un giro de 180º en muy poco tiempo.

Besos.

 
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