jueves, 22 de septiembre de 2011

Visitas de verano. Irene





Hace un par de años, en una de mis primeras entradas, hablé de mi sobrina Irene. Yo llevaba entonces bastante tiempo sin verla. Luis y su hermano se distanciaron por un feo y tonto asunto que requería que mi cuñado diera unas disculpas que no llegaron hasta el año pasado. Luego, tras la reconciliación, ha habido que esperar un año más para que, poco a poco, las aguas hayan ido volviendo a su cauce. Porque las heridas llegan a curarse, pero las cicatrices quedan ahí para siempre. Así es la vida.

Pues bien, por fín este verano se ha producido el reencuentro. Ya era hora. Y en un sólo instante, al ver su carita sonriente a través de la ventanilla del coche al llegar, verla salir corriendo hacia nosotros y sentir su fuerte abrazo en volandas al salir corriendo del coche, las cosas han vuelto a estar en su sitio. Como deberían haber sido siempre.

Yo, durante todo este tiempo, he intentado que la ruptura afectara lo menos posible a las dos niñas, Irene y su hermana Mirian (sí, con n), que nos perdió de vista siendo muy pequeña y para la que éramos unos titos prácticamente desconocidos hasta la semana pasada. Les he seguido mandando regalos por sus cumpleaños y he cumplido escribiendo las correspondientes cartas a los Reyes Magos, año tras año, la mayoría de las veces de manera clandestina (¡hombres!). Mi intención, repito, era mantenerlas al margen y evitar daños colaterales. Ahora sé que lo he conseguido. La sonrisa de Irene me lo ha demostrado. Con Mirian y su gran timidez, tiempo al tiempo. De todas formas, los comienzos prometen, vaya si prometen.

4 Comments:

Rose said...

Qué gran trabajo has hecho mediando y manteniendo el cariño ahí. Esas son las cosas por las que merece la pena involucrarse y mas si se disfruta de una sonrisa y un abrazo así. Enhorabuena.

O.C said...

Eres una gran persona, yo estoy en la misma situación y no soy tan buena.

Además creo que si yo mandase algo me lo devolverían...

Madre mía Leticia que líos, lo bueno es que ya está arreglado, ahora a conservarlo los demás.

Sra. T said...

Pues mira, habéis dejado los "malos rollos" a un lado... y como dices, las niñas no deben ser muy perjudicadas en los problemas de mayores...

Ahora, a seguir disfrutando de ellas!

Besotes

Lina said...

Los niños suelen sufrir las consecuencias de los malentendidos de los padres. Qué bien que se haya solucionado.

Te debo un email sobre Dukan... me pongo a ello en cuanto tenga un rato.

 
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