En esta entrada os enseño la playa del hotel y sus alrededores.
Es una playa preciosa de arena blanca, cargadita de palmeras. Limpia y muy bien cuidada. Cada día, muy tempranito, unos empleados limpiaban las pocas algas que el mar dejaba en la orilla, otros retiraban las tumbonas sucias y traían otras relucientes y bien tensadas y otros rastrillaban la arena para eliminar cualquier rastro de suciedad, vaciaban los cientos de papeleras que había por todas partes y recogían los vasos "olvidados" del día anterior. De auténtico lujo.
El hotel está sólo, en primera línea, rodeado por ambos lados por playas vírgenes. Ese ha sido nuestro paseo matinal. Para buscar caracolas (normal, teniendo en cuenta nuestra afición), coger cocos, eliminar en la medida de lo posible el peso que íbamos cogiendo cada día y hacer amigos... pero esa es otra historia.
Como final, os dejo la primera foto que hicimos. Amanecer del primer día (bendito jet-lag...).
9 Comments:
Que suerte, este si que es un sitio para perderse y desconectar de todo
Un abrazo fuerte
Que fotos tan espectaculares (babeando te digo esto). Yo quiero irme ahí con mi cámara...
Idílico! No sabía lo de las caracolas y vuestros viajes buscándolas, interesante.
Besos.
Qué lugar tan maravilloso, sin duda, una segunda luna de miel inolvidable.
Besos
Me encantan las fotos y el buen humor que han traído de vuelta, sin contar con ese color doradito de envidia :) Mejor eso que cualquier fiesta, hazme caso :)
Precioso todo, me alegro que todo haya ido tan bien.
Pero a mí lo que da una envidia maluca, pero maluca! es lo de la segunda luna de miel... No importa donde...
Que bonito todoo y que guapos los dos y sobre todo que alegria leerte de nuevo y tan contenta, me alegro muchisimo de que lo pasarais tan bien y despues de las fotos toca contar anecdotas ehh!!! : Un besazo guapisima
Bueno bueno....ya esta bien de ponernos (más) los dientes largos, no??
jajajaa
Que no mujer...me alegro de que lo pasaraís tan bien, y en un sitio tan bonito.
Vaya playa! Tomo nota del sitio, nunca se sabe, igual un año de estos me puedo escapar.
Besos!
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