sábado, 30 de mayo de 2009

Camino del Rocío

Esta semana es la Romería del Rocío. Yo la viví durante varios años con unos amigos de Moguer y me emociono todavía al recordarlo. De hecho, sin ser "rociera", me quedó algo por dentro por lo que cada cierto tiempo voy a ver a la Virgen a la Aldea. Supongo que Ella me rozó el Alma.
Ahora vivo en el Aljarafe sevillano. Esta semana casi ni puedo salir de casa para evitar los tremendos atascos que montan las Hermandades a su paso. Mis vecinos incluso llegan a pedir días libres en el trabajo, no para ir al Rocío, sino porque les resulta harto complicado llegar a tiempo a sus trabajos en Sevilla. Las lindes de los caminos quedan hechas un estercolero (¿cuando aprenderemos a divertirnos sin perder el civismo?)...
Situaciones como éstas, en la vida cotidiana, me pondrían hecha una furia. Sin embargo, cuando hoy veo pasar las carriolas por mi puerta, lo único que siento es un deseo loco de irme detrás. Ella los está esperando.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Mi amiga Celia

Dicen que los amigos es lo único que podemos elegir. En el caso de mi amiga Celia, era imposible no hacerlo.
Cuando me concedieron la Beca Postdoctoral para trabajar en un laboratorio farmacéutico en Tres Cantos (Madrid), necesitaba arreglar mi estancia de un año allí. Nunca había salido de casa y no tenía ni idea de por dónde empezar. Celia era, por aquel entonces, la recepcionista de la Empresa. Cuando yo llamaba, ella siempre tenía una palabra amable y un poco de charla para mi. Sin conocernos en persona y sin darnos cuenta, nos hicimos amigas. Ella me buscó hotel, me fue a recoger a la estación, venía conmigo al salir del trabajo a buscar piso, lo que fuera, porque Celia es así. Es la persona más generosa que conozco.
Con el tiempo, nuestra amistad fue a más. A la primera persona a la que le presenté a Luis fue a ella. Ella me acompañó a comprar el vestido de novia. Y me regaló la liga, faltaría más.
Ahora la vida nos ha separado. Celia vive, con Jesús, su marido, y sus dos soletes de niñas, en Burgos. Luis y yo, en Sevilla. Pero, al menos una vez al año, Luis y yo vamos a verlos. Y en verano, en el Chaleti tienen su casita rural con "Todo Incluido".
A pesar de la distancia, seguimos contándonos nuestras penas y nuestras alegrías, pidiéndonos consejos y riéndonos juntas. Porque cuando encuentras algo importante en la vida tienes que agarrarlo con uñas y dientes, no vaya a ser que se te escape. Tu no, Celia. Tu eres mi AMIGA, para siempre, guapetona. Te quiero.

domingo, 24 de mayo de 2009

Paralelismos

Mi padre era gallego, de Orense. Enviudó muy joven y pidió traslado a mi pueblo, Montellano. Mi madre sería su segunda esposa. La conoció en Septiembre, pidió su mano el día de Navidad y se casaron el dieciocho de Marzo. En seis meses. Desde entonces y hasta que la muerte los separó (mi padre murió en 2005), disfrutaron de un hermoso y feliz matrimonio. Ese fue mi ejemplo, lo que yo siempre soñé para mi.
Luis nació en Paris y se crió y creció en Madrid, pero si le preguntas, él siempre te dirá que es gallego, de Lugo. Su familia materna lo es y sus veranos en casa de sus abuelos le dejaron marca. Cuando lo conocí, un treinta de noviembre, acababa de divorciarse (y de pedir el traslado a Toledo). Me pidió matrimonio en Abril y nos casamos el siete de Julio (San Fermín), en Sevilla (¡qué valor!). Visto y no visto. Y desde entonces somos felices. Seguimos la estela de nuestros mayores. Porque, en este caso, la historia sí se repite.

P.D. Cuando decidimos casarnos, mis amigas me decían ¿cómo se van a tomar tus padres una boda tan precipitada? Yo sonreía. Sabía que jugaba con ventaja.

jueves, 21 de mayo de 2009

Ser agradecido

Dicen que Dios nunca nos da más de lo que podemos soportar. Yo estoy de acuerdo. Es sorprendente la capacidad que tiene el ser humano para aguantar lo que venga. Supongo que nos ha hecho así "de serie".
Por eso y porque la adversidad suele ser inevitable, yo intento ser positiva. Confieso que no siempre lo consigo, pero lo intento. Cuando la vida te da un revés, hay que seguir adelante. Y desgraciadamente, sé bien de lo que hablo. Es duro, muy duro, cuando acabas de hacer realidad tus sueños, ver como se vienen abajo de un plumazo.
Pero ocurre. ¿Y entonces qué? Hay que seguir adelante, por difícil que sea, por ti y por los que te rodean. No debes venirte abajo. No puedes permitirte ese lujo. Valora lo que tienes. Porque si miras a tu alrededor, siempre verás alguien que está peor.
Por eso, cuando la vida te dé un revés, no te lamentes por lo que pudo ser y no fue. Da gracias, porque seguro que tienes por qué darlas. Y si no lo crees, mira a tu alrededor ...

lunes, 18 de mayo de 2009

Un guiño linguístico

A veces viene bien un momento de relax. Así que hoy sólo busco una sonrisa, por favor.
"Un maestro explicaba que los sustantivos tienen género y se designan como masculino o femenino: la casa es femenino, el lápiz es masculino.
Un estudiante preguntó: ¿Cómo se debe decir, computadora o computador?
En lugar de dar una respuesta, el maestro dividió la clase en dos grupos, chicos por un lado y chicas por el otro, y les pidió que decidieran si la computadora o el computador debe ser masculino o un nombre femenino. Le pidió también a cada grupo que fundamentaran su decisión en al menos 4 argumentos.
El grupo de los chicos decidió que la computadora debe ser definitivamente del género femenino (la computadora) porque:
1. Casi nadie entiende su lógica interna.
2. El idioma nativo en que ellas se comunican entre sí es incomprensible para todos los demás.
3. Incluso los errores más pequeños se guardan en memoria de largo plazo para su posible revisión mucho tiempo después.
4. En cuanto usted tenga una, se encontrará gastando en accesorios para ella.
El grupo de las chicas, sin embargo, concluyó que los computadores deben ser masculinos (el computador) porque:
1. Para hacer algo con ellos, usted tiene que encenderlos.
2. Ellos almacenan muchos datos pero todavía no pueden pensar por sí mismos.
3. Se supone que ayudan a resolver los problemas, pero la mayor parte del tiempo, ellos son el problema.
4. Si hubiera esperado un poco más, podría haber conseguido otro mejor."
Y ahora ¿quién opina?

domingo, 17 de mayo de 2009

Añoranza Eurovisiva

Ayer fue el Festival de Eurovisión. No lo vi. Jugaba mi Sevilla y luego el Madrid de Luis, así que, junto al partidazo anterior de Nadal, la tarde en casa fue "tele-deportiva".
Además, el Festival siempre ha sido un rollete. Con razón a cualquier canción más o menos pegadiza y hortera se la llama "festivalera". Pero las votaciones tienen un no se qué, así que no me las quise perder (aunque Luis sí se perdió el último cuarto de hora del partido). Gracias, cari.
Victoria aplastante de Noruega, a pesar del compadreo de los últimos años y con permiso de los países eslavos y las repúblicas soviéticas. De España, mejor ni hablo (penúltima, con doce puntitos (la puntuación máxima) de los españoles que estaban de compras en Andorra, siete de Portugal (más compadreo) y dos de Suiza, supongo que por equivocación, o por la "pasta").
A pesar de todo esto, el Festival siempre estimula mis recuerdos. ¡Qué tiempos aquellos en que en mi casa nos reuníamos, boli y libreta en mano, mis padres, mis hermanos y yo, para hacer nuestras votaciones particulares! Nunca acertábamos, pero lo pasábamos en grande. Me acuerdo de aquellas conversaciones ... "seguro que Portugal, nos da algún puntito", "y Grecia, por la Reina, también", "los franceses nada de nada, claro"...
Bueno, no pongáis caras raras. Eramos niños, y seguro que más de uno ha hecho algo parecido. ¿Quién no ha bromeado alguna vez con aquello de "Spain, one point, L'Espagne, un point"? ¡Que tire la primera piedra!
El caso es que me puse nostálgica al recordar. Y triste, porque en aquellos tiempos estábamos todos juntos. O simplemente, estábamos todos. Ayer, mis doce puntos se fueron al Cielo. Para ti, papá.

sábado, 16 de mayo de 2009

El espejo tampoco engaña

¡Qué difícil es que nos veamos como realmente somos! Por dentro, ... y por fuera.
Todos tenemos cierta tendencia (unos más exagerada que otros) a considerarnos mejores de lo que realmente somos. Podemos creer que somos así, pensar que somos asá,... pero ver nuestro interior, lo que se dice verlo, sólo lo ven los demás (no sé qué es peor).
¿Y por fuera? Por fuera, nos vemos, que el espejo tampoco engaña. Y nos sentimos, que el cuerpo ya no está para demasiadas florituras. Sin embargo, cuando estoy en la cola del súper, y llega alguien y me dice "¿es USTED la última, SEÑORA?,... miro hacia atrás para ver con quién está hablando porque !no puede ser conmigo! Y es que cuesta acostumbrarse a que te llamen de usted (en mi caso, desgraciadamente desde hace algún tiempo) y señora, ¡todo en la misma frase!.
El fin de semana pasado estuve de Comunión y me encontré con familiares y amigos que hace algún tiempo que no veía. Y me descubrí pensando "hay que ver lo mayor que está tal" o "fíjate qué desmejorada está cual",... De pronto me dí cuenta de que algunos de los "mayores y desmejorados" son de mi quinta. Porque, eso sí, a los demás sí los vemos envejecer, les notamos las arruguitas, las barriguitas, las calvitas y los achaques.
Nada, que va a ser que somos los únicos que tenemos el elixir de la eterna juventud...

P.D.1 Mientras escribo esta entrada estoy descargando las fotos que hice en el evento. Prometo revisarlas objetivamente y hacer examen de conciencia. Los primeros planos van a doler ....
P.D.2 Ya las he visto. ¿Qué queréis que os diga? Yo me veo estupenda. ¡Bendita inocencia la de los jóvenes!

jueves, 14 de mayo de 2009

Colecciones


Luis y yo somos coleccionistas. Coleccionamos colecciones.
El es un fanático de los minerales. También colecciona piezas de swarovski. Antes, además, coleccionaba monedas. Yo colecciono cajitas. Y estoy empezando una colección de fotografías de ventanas (hechas por mi, las fotos, no las ventanas,...). También tenemos fósiles. Pero sin lugar a dudas, nuestra niña bonita es la colección de caracolas (en la foto podéis ver una pequeña parte).
Tener una colección, demás de ser una excelente afición, es la excusa perfecta para viajar. Al principio íbamos a Madrid, los domingos, al museo geominero, a comprar minerales. Luego empezamos a ir con un grupo de amigos que organizaban fines de semana en busca de minerales y fósiles por Arnedo, Burgos, Murcia,... También hemos ido a Marruecos, al desierto, en 4x4, en su busca. Y con la excusa de las caracolas hemos ido ... ¡a Tailandia y al Caribe! ¿Se entiende ahora mejor lo de la niña bonita? (Por cierto, de cada viaje, me traigo una cajita ...).

martes, 12 de mayo de 2009

Mudanzas

Con catorce años me vine a vivir a Sevilla. Aquí hice bachillerato en las Teresianas, COU en Portaceli y la carrera de Farmacia. Crecí, salí por primera vez con amigas (luego vendrían los amigos), me divertí, y sobre todo estudié (mucho, mucho, mucho).
Tras doctorarme, me concedieron una beca postdoctoral para trabajar en un laboratorio farmacéutico en Tres Cantos (Madrid). Me fui el 13 de octubre del 92, el día después de la Expo. Primero alquilé habitación en un piso compartido y luego compré (más bien hipotequé) un pequeño apartamento. Durante siete años vine más o menos una vez al mes a ver a la familia (bendito AVE), hice nuevas amistades, me desarrollé profesionalmente,... y maduré.
Entonces conocí a Luis. Acababan de trasladarlo a Toledo, así que dejé mi trabajo (¡por amor!), me casé y me fui con él. Todo en seis meses. Y en Toledo vivimos cinco años. Los dos solos, haciéndonos al matrimonio. Sin interferencias. Aprendiendo a convivir y compartir. Conociéndonos y queriéndonos.
Aparecieron los proyectos en común,... y los sueños. Y nos decidimos a hacerlos realidad. Aún jóvenes, retirados y felices. Con parcelita y piscina. Así que nos hicimos el "Chaleti" y aquí estamos. Desde el 2005.
Cuando en días como hoy recuerdo los pasos que he ido dando en mi vida, no puedo dejar de pensar que cada mudanza ha llegado en un momento clave, cuando tenía que llegar. Es como si alguien las hubiera planificado aposta. En todas he aprendido algo. Todas y cada una de ellas han sido necesarias para ser como soy ahora, y forman parte de mí. En cada una he dejado algo atrás. Pero también cada una ha sido un nuevo comienzo. La vida por delante.

lunes, 11 de mayo de 2009

10 de Mayo





Ayer hizo un año que nos dejaste.
Dios, cómo te echo de menos.
Te quise, te quiero
y te querré siempre,
Don Antonio Arcila, mi Titi.

viernes, 8 de mayo de 2009

Felicidades, Blanca

Mañana hace la Primera Comunión mi sobrina Blanca, la mayor de las dos hijas de mi hermano Mariano, que además es mi ahijada. Desde aquí le deseo un día muy feliz a esa niña que me ha dado muchos días felices. Y los que vendrán. Te quiero preciosa. Y el tito me está diciendo que él más.

jueves, 7 de mayo de 2009

Ocho sobrinas

No tengo hijos. Luis y yo nos casamos un pelín tarde y eso, unido a algunos problemas de salud, nos hicieron tomar la decisión de no tenerlos. La verdad es que no me arrepiento. Algunos amigos nos han llegado a decir que era una postura egoísta por nuestra parte, pero yo creo que egoísta hubiera sido tenerlos sin estar convencidos al cien por cien.
Cuando alguien me dice ¿no echáis de menos haber tenido niños?, yo le contesto "no, porque si me pasa, invito a mis hermanos a casa y se me quita "el mono" por una temporada". Porque tengo ocho sobrinas. Todas niñas. Mis dos hermanos tienen dos y cuatro, respectivamente, y el hermano de Luis, otras dos. Aunque dicen que "a quien Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos", a nosotros nos las ha debido encargar un diablillo de los buenos porque son un regalo. Guapas y bien educadas. Da gloria estar con ellas. Van desde los tres a los catorce años, con lo que tenemos cubierta toda la gama de películas, cuentos, canciones y juegos infantiles. Hay que estar al día en lazos, muñecas, princesas, hadas,... y lo que se tercie.
Pero ... a veces veo a Luis mirando fijamente un balón que anda por el jardín ...

martes, 5 de mayo de 2009

De bolsillo

Me confieso lectora. Debe ser cosa de familia. Yo soy de narrativa. Novelas, las que sean. Y me gusta especialmente leer en la cama, sola, donde nadie me habla cuando estoy leyendo (es que me pongo mala). Quizás por eso, lo único que le pido a un libro es que sea fácil de leer. Y no me refiero a que lo sea la redacción, ni la historia, sino a que "físicamente" sea fácil de leer.
Ahora estoy leyendo "El ocho". Lo cierto es que lo compré hace unos años en la Feria del Libro de Madrid, cuando aún vivía allí. Compartía piso y amistad con otras chicas y en esos momentos mi presupuesto era bastante ajustado. Por eso me compré una edición de bolsillo. Parece un ladrillo. Es pequeño pero gordo, gordo (879 páginas), tiene la letra diminuta, y no hay por donde meterle mano. Literalmente. No hay manera de mantenerlo abierto. Los dedos se me duermen cuando llevo un rato leyendo. Por eso he tardado tanto en empezarlo. Cada vez que me quedaba sin lectura, me acordaba de él, lo "so-pesaba", y lo volvía a dejar en la estantería. Hasta ahora. Y lo malo es que me está gustando tanto que me cuesta dejarlo. Por eso me he venido al ordenador. A ver si tecleando un rato vuelvo a recuperar la sensibilidad de mis dedos. Tengo que acostumbrarme, porque con la crisis, ¿quién va a comprar libros de tapa dura?

lunes, 4 de mayo de 2009

Una anécdota ferial

En Feria, a los que vivimos en el Aljarafe sevillano nos viene muy bien dejar el coche aparcado en el Charco de la Pava y coger los autobuses lanzadera. Así nos ahorramos atascos y horas interminables buscando aparcamiento. Tu llegas, dejas el coche, esperas unos minutos, te montas en un autobus, te bajas al final de la "calle del infierno" (como se llama en Sevilla a la zona donde están los "cacharritos"), andas un poquito, y ya estás en la Feria.
Pero el año pasado había huelga de autobuses. Y este servicio, que otros años funciona fenomenal, se quedó bajo (servicios) mínimos. Cuando Luis y yo llegamos al aparcamiento el primer día que bajamos a la Feria, las colas eran considerables, así que nos tocó esperar.
Por la noche, ya de vuelta, a la mitad de la "calle del infierno" vimos una cola enorme, nos miramos y los dos pensamos lo mismo: "Otra vez a esperar. Bueno, pues nada, paciencia y alegría, que estamos en Feria".
Pero pasaron quince minutos y la cola no se había movido ni un milímetro. Y lo que es más raro, no había signos de impaciencia en la gente. Entonces se me ocurrió preguntar a una señora que estaba delante con dos niños: "Señora, ¿sabe porqué no vienen los autobuses?" Y ella se quedó mirándome como a las locas y me contestó:"Y yo que sé, ésta es la cola del circo".

viernes, 1 de mayo de 2009

Organización

En Sevilla estamos de Feria. Tras tantísimos años de experiencia, creo que la organización de un evento de tales dimensiones, por parte de los organismos implicados, es muy buena. O al menos a mí me lo parece. Rara vez oímos incidentes graves en una ocasión como ésta, en la que nos juntamos tantos en tan poco espacio. Aparcamientos, lanzaderas, personal médico y de seguridad, "niños perdíos", costureras,... todo perfectamente conjuntado para la ocasión.
Claro que, tambien en mi opinión, lo que hace que todo encaje así es la aún mayor experiencia de los sevillanos, que saben moverse en estos casos como peces en el agua. ¡Donde esté una buena bulla! Salvo excepciones (que las hay), la gente responde de maravilla, y además enseña a las nuevas generaciones y visitantes a comportarse y compartir para DIVERTIRSE. ¿Qué mejor motivo que éste para hacer las cosas bien en esta bendita tierra? El lunes, "la vuelta al cole" ... Entonces las cosas serán diferentes ..., hasta el año que viene.
Del ¿metro? mejor hablamos en otra ocasión.

 
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