¡Qué difícil es que nos veamos como realmente somos! Por dentro, ... y por fuera.
Todos tenemos cierta tendencia (unos más exagerada que otros) a considerarnos mejores de lo que realmente somos. Podemos creer que somos así, pensar que somos asá,... pero ver nuestro interior, lo que se dice verlo, sólo lo ven los demás (no sé qué es peor).
¿Y por fuera? Por fuera, nos vemos, que el espejo tampoco engaña. Y nos sentimos, que el cuerpo ya no está para demasiadas florituras. Sin embargo, cuando estoy en la cola del súper, y llega alguien y me dice "¿es USTED la última, SEÑORA?,... miro hacia atrás para ver con quién está hablando porque !no puede ser conmigo! Y es que cuesta acostumbrarse a que te llamen de usted (en mi caso, desgraciadamente desde hace algún tiempo) y señora, ¡todo en la misma frase!.
El fin de semana pasado estuve de Comunión y me encontré con familiares y amigos que hace algún tiempo que no veía. Y me descubrí pensando "hay que ver lo mayor que está tal" o "fíjate qué desmejorada está cual",... De pronto me dí cuenta de que algunos de los "mayores y desmejorados" son de mi quinta. Porque, eso sí, a los demás sí los vemos envejecer, les notamos las arruguitas, las barriguitas, las calvitas y los achaques.
Nada, que va a ser que somos los únicos que tenemos el elixir de la eterna juventud...
P.D.1 Mientras escribo esta entrada estoy descargando las fotos que hice en el evento. Prometo revisarlas objetivamente y hacer examen de conciencia. Los primeros planos van a doler ....
P.D.2 Ya las he visto. ¿Qué queréis que os diga? Yo me veo estupenda. ¡Bendita inocencia la de los jóvenes!
4 Comments:
¡¡Y tan estupenda!! Faltaría más...vamos hombre.
Un beso.
Siempre envejecen los otros, por supuesto...
Oye hermano, te recuerdo que tú estabas en la Comunión :-)
Si cada día estás más joven y más guapa, Leticia.
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