domingo, 18 de marzo de 2012

Hotel Casa Romano

Lo prometido es deuda.



ESTIMADOS CLIENTES: Por la presente, se comunica la apertura de nuestro Hotel Con Encanto, Casa Romano, tras el cierre por reformas de la última semana.

A continuación les detallamos, para su información, las obras de adecuación y mejora que se han realizado:

En primer lugar agradecemos la colaboración de su Propietaria y Gerente, Dña. Dolores (osea, mi madre), de la que destacamos su labor como Mecenas y su excelente disposición y espíritu colaborador (a pesar de sus piernas). Se ha movido más esta semana que durante el último año…

1.- Actuaciones llevadas a cabo por el Servicio de Mantenimiento (Sr. Fernández, osea, Luis)

1.1.- COCINA:

- Vaciado de la cocina y traslado de todo lo que ha ido apareciendo (algunas cosas del año catapún, chin, pún…) al “despacho” del recordado y querido anterior Propietario, Sr. Arcila.

- Desmontaje de la cocina, con toneladas de grasa incluídas.

- Convencer a Dña Dolores para aprovechar y, ya que estamos, tirar un montón de cosas más: ollas, platos y vasos desparejados, cuadros, sillas de cocina, sillas y mesas de la terraza,… Las negociaciones, en este punto, han sido especialmente intensas y duras…

- Encontrar y engañar a alguien para que se lleve GRATIS todos los muebles de la cocina. Y de paso, todo lo demás…

- Tener que bajarlo casi todo el Sr. Fernández porque el que vino para llevárselo tenía más años que Matusalén y no era plan de abusar del abuelillo…

- Buscar un fontanero que venga a hacer la instalación necesaria para el lavavajillas (petición especial de la sección de Jóvenes Clientes). En este punto conviene aclarar lo siguiente: el grifo salía directamente de la pared y ahora sale del fregadero. Ha habido que quitar azulejos (trabajo cortesía del Sr. Fernández, para ganar tiempo mientras llegaba el fontanero y abaratar costes), descubrir las tuberías, bajar los tubos para que queden debajo del fregadero, sacar un codo para dar agua al lavavajillas, conectar los dos desagües (fregadero y lavavajillas), volver a colocar el alicatado (con el problema añadido de la falta de materiales dada la edad avanzada del modelo en cuestión, lo que llevó al Sr. Fernández a conocer más a fondo el polígono Las Albarizas…) y, tras el periodo de secado pertinente, poner la lechada (esta vez ayudado por la Gobernanta, Sra. González, que tiene mejor pulso).

- Conseguir que el fontanero vuelva al día siguiente (sin incremento del precio acordado inicialmente) para, una vez instalada la cocina nueva, terminar y sellar él la instalación de los tubos y desagües.

- Instalar un térmico nuevo que soporte la vitrocerámica y sacar dos nuevos enchufes: uno para la vitro y otro para el lavavajillas.

- El Sr. Fernández tambien ha cambiado el fluorescente de la cocina por uno nuevo, por lo que podrán hacer uso de la nueva instalación sin el molesto zumbido que había antes.

- También ha sido sustituido por otro nuevo el extractor de la cocina. Ahora es blanco, pero de verdad. Y el hueco se ha desengrasado antes de la sustitución, que no veas como estaba.

- Controlar la entrega de los muebles y electrodomésticos (día anterior al montaje). Detectar que falta el lavavajillas. Protestar a Merkamueble y conseguir que se entregue uno (200 euros más caro) por el mismo precio del que falta, al día siguiente, para que no haya más retrasos.

- Inspeccionar la instalación de la cocina.

- Detectar algunos fallos y rematar él la faena, silicona en mano.

- Quitar las ¡¡¡¡escarpias!!!! que algún manitas puso en su día en la puerta de la cocina para colgar unos delantales que debían pesar muchíiiisimo… y poner unas perchas en condiciones.

- Colgar los cuadros que había hecho en Sevilla (a petición de la Gobernanta) para la cocina.

1.2.- RESTO DE LA CASA:

- Colocación de altillos (medidos, comprados y cortados a medida, con anterioridad, claro está) y de barras nuevas en los dos armarios empotrados.

- Reponer el quitamiedos en la litera blanca, ahora modificado en el taller de Sevilla para hacerlo más alto, y así evitar accidentes de alguna niña con sueño especialmente movidito.

- Cambio de posición de la barra del armario de la litera blanca, para aprovechar mejor el espacio.

- Habilitar una zona de “colgado” del carro de la compra en el lavadero, porque en el dormitorio blanco no hacía más que estorbar. Aprovechar para poner orden en el lavadero….

- Compras varias en Lorma.

- Aguantar a la Gobernanta…

- Bajar la basura, bajar más basura, bajar más basura….


2.- Actuaciones llevadas a cabo por la Gobernanta (Sra. González, osea, Leticia)

- Vaciado de la cocina. Entre paseito y paseito, seleccionar lo que hay que lavar (mayormente lo que se pega a las manos) y lo que hay que convencer a la Sra. Dolores para tirar…

- Limpieza a fondo de la cocina, una vez vacía. Alicatado…. ¡allá vamos!!!! Sin comentarios. Cubos de agua y lejía, y algerul… Aún quedaban llagas sin raspar… La Sra. Dolores dice no recordar si alguna vez se hizo…

- Revisar las cajas del armario de la litera blanca. El objetivo es doble: dejar espacio libre y sacar la vajilla de La Cartuja para lucirla en la vitrina del salón. Antes, ha habido que despejar la susodicha vitrina. Y antes, hacer un hueco en otro mueble para meter lo que se saque de la vitrina…

- Ya que estaba en el armario de la litera blanca, despejarlo en la medida de lo posible y convencer al Sr. Fernández para que cambie de posición la barra de colgar. Tapar con una greca decorativa el desgarro ocasionado por el Sr. Fernández y su empleo escesivo de la fuerza para sacar una barra antígua que se resiste a abandonar la posición ocupada durante más de 30 años, según nos cuenta la Sra. Dolores.

- Aprovechar para pintar la barra antes de colocarla en su nueva posición. No se detecta una mejoría sustancial pero algo es algo…

- Masillar los huecos dejados por los soportes de las antíguas barras de los otros armarios (que, por mucho que lo ha intentado el Sr. Fernández, no se han podido tapar con los nuevos) y pintarlos tras su secado.

- Pintar los marcos de la puerta y ventana de la cocina, para que luzcan blancos y radiantes junto a los muebles nuevos.

- Como sobraba pintura y ya estaban las manos que daban pena, pintar tambien el marco de la ventana del baño grande. De paso, aprovechar para raspar los kilos de pintura que manchaban los azulejos circundantes, posiblemente debido a las miles de manos de pintura que el Sr. Arcila había dado años atrás a la susodicha ventana, cuando aún no se había enterado de que existe algo llamado “cinta de carrocero”.

- Limpieza completa de los dos cuartos de baño. Azulejo por azulejo. Con cantidades ingentes de lejía y KH-7.

- Paseíto hasta el Alcampo para comprar las sillas y mesa para la terraza. Un Kit-Kat…

- Limpieza de las persianas, usando agua con lejía. Mejor no comentar los cambios de agua de la cubeta ni el color de la misma….

- Limpieza de las ventanas, marcos de hierro y cristales. Idem.

- Limpieza de todas las puertas de la casa, armarios (por dentro y por fuera) incluídos. Más lejía. ¡Malditos deditos!!!!!!

- Suelos de los cuatro dormitorios. Terrazo, dice Dña. Dolores… hay que tener cuidado… Sin contemplaciones, dice la Gobernanta. Algerul y lejía a espuertas. Cepillo de cerdas fuertes y mucha cintura. ¡Sorpresa!!!!! El suelo… ¡¡¡¡es blanco!!!!!

- Ahora, turno de pasillo, salón y cocina. Con un estropajo y de rodillas, al suelo, como antíguamente… Repaso, una a una, de todas las hendiduras que tienen por dibujo las pu… plaquetas… que eligió la abuela.

- Acordarse de toda la familia de los montadores cuando, desoyendo sus indicaciones, han procedido a cortar los huecos de la encimera en la misma cocina en vez de desplazarse a la maravillosa terraza disponible. Polvo, polvo, y más polvo…. ¡Atchís!!!!!

- Se van los montadores…. A limpiar la cocina… ¡OTRA VEZ!!!!

- Limpieza de los muebles… ¿quién los eligió blancos???? ¡Más deditos!!!!!!

- Volver a llenar la cocina… usando la cabeza y sin dejarse llevar por la euforia de tener tanto espacio disponible… Tener en cuenta la altura de los diversos usuarios… mejor dicho… as…

- Decidir dónde van los cuadros…

- Pelea con la greca…

- Guardar, ordenar,… Cada cosa en su sitio…

- Repaso de la casa, que con tanto trajín no veas como está… Hay que dejarla NI-QUE-LA-DA…


Una vez restablecido el servicio, la Dirección del Hotel recuerda a los Sres. Clientes las siguientes condiciones de uso:

I.- El precio de la estancia se reduce a dejar el establecimiento tal y como se lo encuentren. O lo que es lo mismo, tal y como se ha dejado hoy. O, lo que es lo mismo, limpio como una patena, recogido y ordenado. Ni más, ni menos.
II.- Dado lo irrisorio del precio, los Sres. Clientes podrían tener de vez en cuando un detalle con el Hotel, así todos contribuiremos a la mejora del mismo.

III.- Hay que procurar no colonizar cajones y armarios. No vale aprovechar para llevar allí lo que nos sobra en casa… Hay que mantener espacios libres a disposición del próximo cliente.

IV.- El menaje está organizado (sábanas, toallas,…). Cada cosa tiene su sitio. No desperdiguemos, por favor.

V.- Asimismo se recuerda a los Sres. Clientes que las facturas corren a cuenta de la Sra. Dolores. Así que, cuidadito con las luces encendidas y otros gastos innecesarios.

VI.- En definitiva, lo nuevo hay que conservarlo. Lo menos nuevo, mantenerlo en buen estado para que dure. Esa es la norma. Todos saldremos ganando.

Feliz Estancia.

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