Soy consciente de que esta entrada va a levantar ampollas. De hecho, estoy escribiéndola sin saber si llegaré a publicarla. Aunque, por otra parte, estoy un poco cansada de entradas light que gustan a todo el mundo. A veces, prefiero que haya un poco de debate y así nos animamos.
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Vamos allá... Quiero hablar de las sillitas (los carritos) de los niños.
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Voy a dejar claro desde el principio que pienso que los padres tienen todo el derecho a seguir saliendo y entrando aunque tengan nenes pequeños, faltaría más. Pero no podemos negar que tener hijos conlleva ciertos cambios en la forma de vida de los nuevos padres, y esa realidad es algo que muchos se niegan a asumir.
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Estoy bastante harta de que un niño se acabe convirtiendo para los padres en la excusa perfecta para casi todo. Y con la sillita del niño pasa lo mismo. Seamos serios señores, que llevar un carrito o una sillita NO otorga a los padres derechos especiales, digo yo.
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Sin embargo, los años de experiencia me han hecho ver que eso es lo que muchos padres se creen. Se empeñan en meter el carrito en cualquier parte, sí o sí, hacen sitio aunque no lo haya y los demás a repartirnos el que queda... Y no se te ocurra protestar porque se ponen... Vamos, que esto se ha acabado convirtiendo en una especie de ley no escrita y me toca tragar...
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Deberían aprender de los padres que los conducen con cuidado, que no se empeñan en meterlos en todos lados, que se preocupan por el bienestar de sus propios hijos y la integridad física de los que nos cruzamos con ellos o nos sentamos en la mesa de al lado. O de Juanma, que no quiso entrar en la caseta llena para no molestar porque llevaba sillita, cachisss!!!
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En Semana Santa perdí mis mejores medias por culpa de un carrito en plena bulla. ¡Menudo carrerón! Y además me salió un buén moretón por el golpe, que una mira por donde va pero no se espera ciertas trampas estratégicamente colocadas en las esquinas... A veces pienso que los niños deben llegar a casa mareados de ver sólo piernas y más piernas, porque lo que son los pasos ...
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Pero lo peor lo he vivido durante la feria. De cada 2 autobuses (lanzaderas para llevar a la gente al real), que llegaban, uno era para los que llevaban sillita, así porque sí... Y si habían llegado detrás mía a la interminable cola daba igual; si en ese bus había sitio, ellos entraban y yo no.
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En la calle del infierno, mi sobrina se quedó desconsolada cuando con una sillita le rajaron su globo (habíamos tenido que hacer cola para conseguirlo). Los portadores del arma de destrucción ni se enteraron (o eso nos hicieron creer) porque iban pendientes de todo menos de ver por dónde metían la sillita.
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En varias casetas me enganché los flecos del mantoncillo y los encajes de mi vestido nuevo con las omnipresentes sillitas. Aunque estuvieran llenas, había que entrar, aunque fuera a presión, a los niños en la sillita. Que digo yo que se pueden plegar ¿no?... pero entonces los "jodidos" serían los papás por tener que hacerse cargo de sus niños.
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Por último me acuerdo de todos esos nenes agotaditos, tragando humo y polvo, dormiditos en posiciones extrañas en la silla (algunos ni caben ya), mientras los papás siguen la juerga...
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Y todavía tengo que dar las gracias porque... ¡no me he encontrado ninguna sillita de esas dobles., para gemelos..!
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Yo sólo pido un poco de respeto, señores. Ser padres da más obligaciones pero no más derechos. Esos siguen siendo los mismos... que los míos.
21 Comments:
Pues no estoy nada de acuerdo con lo que dices...es como si dices que las sillas de los parapléjicos te molestan, porque quieren ir a los lugares igual que otras personas. Te has dado cuenta que hay gente sin sillita que quiere entrar en los sitios a presión??
Me parece fatal lo que dices, pero para eso estan las opiniones.
Y bueno estaría dándote mil razones aqui hasta las 12 de la noche, de por qué los carritos y los niños dentro tienen tanto derecho como tu de ir a las casetas o a donde sea!!
Bueno... para gustos los colores, y para opiniones también... como mami que ha usado carrito durante algunos años te diré que hay de todo.
Pero sobre todo que nosotros también sufrimos lo nuestro porque parece que ir con carrito molesta a los demás. En mi pandilla nos juntamos 4 mamis con carritos para salir y nos vetaron la entrada en algunos sitios porque nos decían que ocupaban los carritos el espacio que podían ocupar otros clientes.
Desde luego que vas a tener debate en este post... jajajaja.
YAS, Por supuesto que hay gente con mucha cara que no llevan carrito y que intentan colarse en sitios y demás, y me molestan que no veas, pero no estoy hablando de ellos en esta entrada.
Tal vez no me he explicado bien o tu no me has entendido. Mis hermanos tienen 4 y 2 niñas respectivamente así que sé de sobra que se puede llevar la sillita sin pisar a nadie, plegándola cuando veían que podía molestar,... porque lo he vivido con ellos. Yo no tengo nada en contra de los carritos siempre que los que los lleven miren por donde van y no se crean con más derechos que yo por llevarlos. Que se no aprovechen de las sillitas para coger sitio o ponerse en primera fila porque sí, por ejemplo.
Y de los parapléjicos ni te voy a contestar porque no merece la pena y me parece muy fuera de lugar tu comentario.
Lisbeth, ir con carrito no me molesta, porque lo he hecho. Pero he sabido donde debía y/o podía entrar. De todas formas, lo del veto me parece fatal.
Leticia yo estoy de acuerdo contigo, en muchas ocasiones me he encontrado casi atropellada por carritos...y ni protestes, porque sino es que te estás metiendo con el niño, noooo!!!!el niño no tiene la culpa lo tienen los padres.
Por no decir, algo que veo con muchísima frecuencia, LOS PASOS DE PEATONES, que manía con meter la mitad del carrito en el paso, vas tu tan tranquila con el coche te llevas un susto, con el consiguiente frenazo, por culpa de la madre que no sabe donde finaliza la acera...yo no soy madre, pero vamos si yo llevo a mi niño lo primero es el sentido común y la responsabilidad...digo yo...
Pero es así, te tienes que callar, porque aún por encima tienen más que decirte...
Un abrazo guapa y está bien variar las entradas de vez en cuando, no pasa nada si opinas diferente o igual, por lo menos por mi parte
Bueno yo creo que lo que Yas quiere decir y yo me uno a ello es que gilipollas hay muchos, con carrito y sin carrito. Que no se puede decir que los que llevamos carrito nos aprovechamos de las circunstancias porque bastante jodido lo tenemos que hay mil sitios por donde no podemos pasar, donde no nos dejan entrar, donde sólo hay escaleras... Y al fin y al cabo nosotros tenemos la suerte de poder coger el carrito en volandas y subir esas escaleras, que los que llevan silla de ruedas no.
Pero en fin, que una carrera en las medias te la provoca un carrito de bebé y un carrito de la compra y una tía con un paraguas y una rozadura contra una piedra...
Lo siento pero no estoy de acuerdo contigo en este caso.
Besitos.
Amal: No te cuento el susto que me llevé una vez con el coche.
Ana: No estoy hablando de gilipollas que, como bien dices, hay muchos. Tampoco estoy hablando de gente con carrito, en general. Estoy hablando de gilipollas con carrito. Estoy hablando de falta de respeto a los demás, de creerse con más derechos,...de esos que, como dices, pueden plegar la sillita para no molestar y no lo hacen por co...
No es un berrinche por perder unas medias. Es que no me gustan los aprovechados, y con carrito he visto algunos, por eso lo he contado, nada más.
Por cierto, no me gustaría ver más comentarios sobre personas en silla de ruedas porque he tenido a mi abuela, primero, y luego a mi padre en silla de ruedas, ambos durante mucho tiempo. Así que sé perféctamente lo que es eso, las barreras, y todo lo demás. No hagamos demagogia. Y no mezclemos temas, por favor.
Quizás las críticas no te gusten...pero eso de que ni siquiera me vas a contestar me parece taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan fuerte...pero cada uno a lo suyo!
Y entendí perfectamente lo que dices, porque hace años qu aprendí a leer y no tengo ningún tipo de problema en los razonamientos.
Hay de todo...y a la vista está!
YAS:
Si no me gustaran las críticas no hubiera publicado un blog abierto, y con nombre y apellidos.
Creo que te he contestado a casi todo, y a estas alturas ya sabeis todos de sobra que no suelo hacerlo. Pero no he querido frivolizar con lo de las sillas de ruedas. Si lees mi comentario más arriba sabrás por qué te lo digo. No voy a permitir que se hable tan a la ligera de eso en mi blog ni se me malinterprete en un tema tan doloroso para mi.
Admito que a lo mejor soy yo la que no me sé explicar, pero se trata de una entrada de un blog que pretende abrir un debate sin complicaciones, por Dios, nada más. Vuelvo a repetir que no hagamos demagogia.
Ya he recibido varios comentarios, unos de acuerdo y otros no, y todos o casi me han encantado, estén de acuerdo conmigo o no, porque de eso se trata. Y espero que lleguen más. Se puede comentar y discrepar, pero guardando las formas y sin insultar. Y como yo también sé leer, tengo que decirte que no me gusta nada lo que dejas caer con tu última frase, es más, me siento insultada.
Yo te entiendo perfectamente y lo comparto contigo al 100%, yo elegi no tener sillitas en mi vida y me toca las narices que las ajenas (o muchas de ellas) te fastidien casi por decreto ley... Y no veo tu entrada incorrecta expresas tu opinion libremente y creo que cada vez somos mas las que la compartimos y tambien hemos sufrido que nuestras medias se fueran al garete por el carrito de las narices... Por cierto dile a Luis que Hala Madrid y Forza Milan!!!!!!!!
Como mi intención no fue insultarte ni mucho menos, y sé guardar muy bien las formas, aunque a ti no te gusten, no te volveré a molestar con mis opiniones.
Lo que no llego a comprender es qué dejé caer, te sientes aludida por algún tema?
Por cierto no soy nada demagógica.
Adiós!
Ufff, Leticia, vaya polvareda la que has levantado... mi opinión es que todos cabemos en todos los sitios, que no se puede discriminar a nadie, pero que debemos de saber lo que llevamos y hasta donde podemos llegar, ni te puedes quedar en casa porque tengas un niño, ni puedes ir avasallando por el mero hecho de llevar un carrito.
Ahora que también creo que los que hacen la puñeta son siempre los mismos, con carrito o sin él.
Besos.
Yo estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Mayte, el que molesta con la silla de su niño molestaría sin ella, pues simplemente no sabe estar.
Besos
Y todo esto esto se monta por las "sillitas"?, pues no te quiero contar nada si se llega a opinar sobre el hambre del mundo, racismo, homofobia, religión...etc, vamos que el tema no es pá tanto. Y lo que no entiendo es la manía de comparar una sillita para niños, con una para minusvalidos, vaya manera de defender un argumento...
Esa misma pregunta iba a hacerla yo misma!!! Pero se me ha adelantado Carla...
Eeeeeeeeeeeeeeeeeh, que yo no estoy diciendo nada de la gente que va en silla de ruedas, estoy diciendo precisamente que cuando voy con el carro del niño me doy cuenta de lo difícil que lo tienen ellos para encontrar por dónde pasar. Nada de demagogia, que no es el caso.
No te preocupes Ana, te había entendido perfectamente. No van por ahí los tiros...
Uy Leticia, llego algo tarde a tu post. UNa buena polvareda se formó aquí.
Estoy completamente de acuerdo contigo. Los padres están en todo su derecho de ir a todas partes con sus niños pero tendrían que ser más cuidadosos. Y ya no te digo nada de los que los tienen durmiendo en cq bar.
Bueno, yo creo que todo el mundo puede ir a todos los lados... faltaría más!!! Pero siempre dentro de unas formas y con una educación, no??
Besotes
Qué barbaridad, la que se ha montado! Pues yo te he entendido perfectamente, y no creo que sea porque venía avisada, sino porque no veo nada raro en lo que has escrito.
Hay padres maleducados que, con carrito o sin él, dan por saco al personal, eso creo que casi todos lo hemos visto. y yo soy madre y he llevado carrito, por supuesto procurando molestar lo menos posible, ya veces cabreándome porque también hay gente muy maleducada que te lo pone difícil. A mí, por ejemplo, me molestaba mucho hacer 20 min de cola en los ascensores del corte inglés porque había gente que podía subir perfectamente por las escaleras mecánicas y no, lo hacían por el ascensor, sin pararse a pensar que yo no podía hacerlo con el carrito y me tocaba esperar (porque no creas que me dejaban pasar, no, no se fueran a herniar...). Yo en eso, ahora que voy sin carrito, procuro fijarme, y le cedo el sitio a la que lleva carrito.
Y lo de las sillas de rueda, pues vamos, no sé, no tiene nada que ver. Esos no molestan nunca, está claro que no es lo mismo.
No sé, a veces se va de madre un tema sin que nos demos cuenta, y se calientan los ánimos sin necesidad. Lo mejor es pasar página, pero entiendo que es muy desagradable para el que ha escrito el post.
Bueno, como me he enrollado! Un besote! :)
Hasta que no se pasa por una situación, todo son conjeturas en esta vida. Y la misma situación de una persona a otra, pues varía un mundo, pues cada uno, lo vemos de distinto color. ¡Vivan las opiniones diferentes! Comprendo ambas posturas. Siento decir que las he vivido las dos, como soltera y como madre y que, ajeno al tema de carritos y varios, gilipollas hay en todas partes, con o sin carritos, con o sin coche, con o sin perro, con o sin educación (que ya sabemos que es eso que todos recibimos pero que pocos practicamos) Mi experiencia con el carrito es que la vida no está hecha para ellos y que sin ellos con un niño pequeño se puede vivir pero la espalda nunca vuelve a ser la misma, y que siento que algo que es necesario, una ayuda para padres cansados, termine siendo objeto de tanta discusión. Besos a todos. No os lo tomeis tan a pecho, que hay cosas más jodidas para discutir ahora mismo, si quereis hablamos de desempleo y lo que va a pasar cuando a la gente se le agote la prestación...
Esto, como todo, depende del cristal con que se mire...Yo recuerdo lo mal que lo pasaba a veces cuando iba sola con mi niña de meses en el carrito y con la mayor (de tres años) de la mano... porque me arrollaban algunos peatones de los "sin-carro", como si el hecho de ir cargada fuese una molestia o un estorbo para el que no lo está...Y también he tenido ganas de llorar al montarme en el autobús a duras penas con una sillita plegada y dos niñas a cuestas y ver a determinados caraduras mirando al vacío, guardando el asiento como si les fuera la vida en ello. También he vivido lo contrario, por ejemplo esta semana santa, encajonada en una bocacalle por un atasco provocado por dos papis con sendos carros charlando tranquilamente mientras sus bebés corrían el peligro de ser estrujados por la muchedumbre que empujaba sin saber lo que había delante...
Pienso que en estos casos lo que debe primar es el sentido común (como el que tuvo Juanma, por ejemplo). Y, por supuesto, la seguridad, el bienestar y la salud del bebé. Ni todos los que no son padres son maleducados o caraduras, ni todos los que son padres son unos aprovechados o comodones...Besos
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