Lo primero que llama la atención es la enorme oferta de espectáculos que hay. Para los amantes del teatro y los musicales, es un paraíso. ¡Y cómo se anuncian estos últimos! No sólo en el mismo teatro, como se ve en las fotos, sino en autobuses, taxis, carteles,... es imposible no enterarte.
A destacar también el civismo en las calles, lo bien señalizado que está todo, y lo conscientes que parecen ser de que, al circular por la izquierda (nosotros diríamos que hasta en eso tienen que llevar la contraria...), los visitantes nos hacemos unos líos de narices. Por eso, en todos los cruces y pasos de peatones te echan una manita, indicándote que mires hacia donde te van a venir los coches. La verdad es que a mí, que soy puro despiste, me vino de lujo.
Con la boca abierta me quedé en la Torre de Londres (donde estuvo encerrada Ana Bolena y compañeros mártires, nunca mejor dicho) cuando vi las coronas de la reina. A riesgo de salir de allí esposados (o de quedarnos allí para siempre, para que la Torre sirva de nuevo para algo), parapetado Luis tras una columna y conmigo ejerciendo de vigía, hicimos esta foto de una de ellas. Creo que es la que usaba la reina cuando iba a la India (la corona del Imperio). Y no es de las más bonitas, ni la más lujosa. La de su coronación tiene unos pedruscos como puños. ¡Lo que no haría la Fundación Vicente Ferrer con solo uno de ellos!
Y termino esta entrada con una camiseta con mucha guasa, como decimos en mi tierra, con la que me identifico totalmente. Lo traduzco a mi manera: "Puedes besarme, puedes abrazarme,... pero si me tocas el pelo, estás muerto". ¿Alguna no piensa lo mismo?
4 Comments:
Hola guapa
No tienes que pedir permiso, mi blog esta abierto a quién quiera leerlo.
Me encantaría conocer Londres y Irlanda, que suerte tienes.
La camiseta "chapó",jejeje
Tendré que dar un repaso a tu blog con mas tiempo.
Besitos
Lo mismo te digo.
Excelente entrada nos entregas
Te dejo mis saludos
Un abrazo
Besos
Buen fin de semana
Gracias Adolfo.
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